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¿Qué nos dice la llamada cuota de género?

En el mundo, existe la tendencia de establecer cuotas de participación de las mujeres en diversos ámbitos sociales, como en las empresas o en gobierno, por ejemplo. Lo cual, ha dividido las opiniones respecto a si esto es realmente un indicador de mayor incidencia en la toma de decisiones o si es un factor de progreso en la democracia, por ejemplo.

Género puede entenderse, desde la perspectiva de Esplen, como la gama de roles, conductas, atributos, aptitudes y poder relativo socialmente construidos, que se asocian al hecho de ser mujer u hombre en una sociedad determinada en un punto particular del tiempo. Socialmente construidos significa que no nacimos con ellos sino que son construidos o producidos por la sociedad. Siendo así, pueden ser modificados o cambiados con el tiempo. 

Esto es, género no es sinónimo de mujer o de lo femenino. Esto es fundamental entenderlo. Ahora bien, también lo es, asociar esta perspectiva en el marco de la gobernanza, puesto que es un término que se utiliza para describir la forma en que se gestionan los procesos de toma de decisiones a nivel global, nacional y local. ¿Por qué asociar género y gobernanza? Básicamente porque citando a CIVICUS: “La gobernanza participativa tiene que ver con facultar a las ciudadanas y los ciudadanos para que participen en los procesos de adopción pública de decisiones que afectan sus vidas‟.

Las instituciones y los actores involucrados en los procesos de gobernanza varían dependiendo del nivel. Por ejemplo, según Grugel y Piper, en el ámbito nacional, entre las instituciones de gobernanza se incluyen las empresas, las escuelas, los hospitales, el ejército y los medios de comunicación, además del gobierno. En el ámbito local, la gobernanza tiene lugar no sólo en las oficinas del gobierno local sino también en los procesos comunitarios y domésticos de toma de decisiones. En el ámbito global es menos fácil ubicar la gobernanza en instituciones particulares, pero el término “gobernanza global‟ suele utilizarse para describir los complejos procesos de gestión, los marcos y reglas a través de los cuales se coordinan y regulan las políticas sociales y económicas internacionales.

En general, ha habido desequilibrios de género en las relaciones de poder y otras formas de exclusión de las mujeres, que son inherentes a los procesos e instituciones de gobernanza en el mundo. Y para que haya una buena gobernanza es necesario que ésta sea sensible al género y tenga metas de mayor justicia social. Las cuotas son importantes frente al arraigo de prácticas y actitudes que aún persisten en un mundo que ha promovido históricamente la discriminación de las mujeres en todos los ámbitos; pero creo que la participación “impuesta” de las mujeres en ámbitos como el empresarial o el político, no garantiza per se una buena gestión ni tampoco es un indicador de buen desempeño de las instituciones, que en política, son la base de una democracia. Integrar mujeres que no tengan un perfil adecuado o capacidades específicas para ocupar ciertos puestos, no es benéfico, sino todo lo contrario, como lo sería que fueran hombres en esas mismas circunstancias.

Las instituciones y los procesos de gobernanza deben diseñarse de modo que identifiquen e incorporen las diferencias de género en todos los aspectos de la toma de decisiones, a fin de que las políticas, los planes y programas beneficien equitativamente a todas las mujeres y todos los hombres en las sociedades. Una gobernanza sensible al género significa que las mujeres y los hombres deben participar en pie de igualdad en la planificación e implementación de tales instituciones y procesos.

La buena gobernanza requiere que todas las personas – mujeres y hombres – sean capaces de realizar sus derechos humanos fundamentales y evitar rígidos roles de género, prejuicios y discriminación en todos los ámbitos de sus vidas. Han habido ya cambios significativos en distintas latitudes pero tomará tiempo desarraigar aspectos culturales que redunden en nuevos enfoques o visiones de entender al mundo, desde la empresa o el gobierno. Tomará tiempo pero es probable y posible. 

Gender